Hace ya unos meses, concretamente en el Google I/O del pasado año, la empresa de Mountain View anunciaba a bombo y platillo que la eterna espera que padecen los usuarios de Android con respecto a las actualizaciones de sus terminales —especialmente aquellos terminales no-Google— se iba a acabar. Aseguraban que habían firmado acuerdos con los principales fabricantes, quienes se comprometían a mantener actualizados sus terminales con la presteza que una tecnología tan cambiante como Android requiere durante 18 meses. Y lo llamaron la Android Update Alliance. Meses más tarde, muchos usuarios aún se preguntan si todo aquello no cayó en saco roto.
Y es que, a pesar de que cada día vemos cómo las compañías anuncian a diestro y siniestro que en 2012 lanzarán el ultimísimo terminal con el que pretenden llevarse buena parte del suculento pastel de Android, la asignatura de las actualizaciones siguen postergándola para septiembre.
Sí que es cierto que en su mayoría anuncian que los terminales vendrán con Android 4.0 Ice Cream Sandwich en su interior, pero sigue siendo la historia de siempre: no actualizan los terminales que ya están en el mercado para que compres los nuevos. Y aquí el usuario se puede sentir estafado. Lo que es más, en muchas ocasiones hemos visto cómo ni siquiera nos dicen que vaya a venir con la versión de Android 4.0 instalada, sino que vendrá pre-instalado Android 2.3 Gingerbread y que, durante el 2012, ya irán actualizándolos. Y muchos ya nos conocemos esta historia.
Y es que, por mucho que nos pese a los que nos gusta el universo Android, resulta triste ver cómo, tras dos meses de la salida de Android 4.0 Ice Cream Sandwich, menos de 1% de los dispositivos han sido actualizados oficialmente a la más reciente versión del sistema operativo de Google.
Otro hecho que nos hace pensar que todo lo que nos vendieron en aquella Google I/O no fue más que humo es que, después de 9 meses, no hemos vuelto a tener noticias de la Android Update Alliance, como si todo aquello sólo fuese un caramelo que ofrecían a los potenciales compradores pensando que en el futuro vendrían más, cuando la bolsa ya estaba vacía.
Por eso mismo hoy muchos usuarios aún se preguntan: ¿dónde está mi actualización?
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